Luego de la travesía que vivió en la Copa Sudamericana, el Rojo sacó boleto a la Fase Final con goles de Moya, en contra, Silvio Romero y Domingo Blanco; Cristaldo convirtió para el Globo.
Independiente logró pasar a cuartos de final de la Copa de la Liga Profesional al superar a Huracán por 3 a 1 en Parque Patricios, en el partido válido por la última fecha de primera fase del certamen, y en la próxima instancia se cruzará con Estudiantes, en La Plata. Los goles del vencedor fueron señalados por José Moya, en contra de su valla; Silvio Romero y Domingo Blanco; Franco Cristaldo marcó para el Globo.
Con mucho esfuerzo finalmente Independiente alcanzó el objetivo de pasar a los cuartos de final en el torneo local, a lo que le sumó el espíritu copero que va renaciendo en el plantel rojo, como dio muestra también el pasado martes, que sobreponiéndose a todas la vicisitudes padecidas en Brasil igualó con Bahía por la Copa Sudamericana.
La premura de las exigencias, las que tenía Independiente para alcanzar el triunfo lo llevaron a los de esta noche dirigidos por Pedro Monzón -Julio Falcioni preparó el equipo, pero no estuvo en cancha por inconvenientes familiares- a plantarse muy cerca del área local. Así lo ahogaron en la salida a Huracán, desde el inicio, y entre algunas cargas peligrosas, el Diablo tuvo su primera ocasión muy clara con un tiro libre ejecutado por Silvio Romero, que al rozar la barrera la pelota se elevó pegando en lo alto del travesaño y se fue al córner (8 min).
Huracán, previendo ese embate visitante, apareció replegado y ordenado en el fondo para neutralizar esas cargas y de a poco se fue adelantando en el campo. En la primera maniobra ofensiva bien hilvanada estuvo a punto de la apertura con un cabezazo de Nicolás Cordero, hacia al rincón izquierdo del arco de Sebastián Sosa, quien en esforzada acción evitó la caída (11 min). A partir de allí las acciones se tornaron más equilibradas porque los del Globo supieron ocupar la superficie del terreno que al principio habían cedido a los rivales.
De todos modos, los del Rojo mantuvieron un leve dominio, suficiente para generar otro jugada de riesgo, esta vez en los pies de la ‘joya’ Alan Velasco, fabricando un callejón al ir superando adversarios y finalmente conectó la devolución de Fabricio Bustos para exigir la solvente intervención de Sebastián Meza (21). Esto resultó el prólogo de lo que vendría momentos después, con otro centro ‘envenenado’ de Bustos que alcanzó a desviar Meza, pero que por esos imponderables del fútbol, la pelota fue a dar hacia donde llegaba el zaguero José Moya para despejar, pero el colombiano se la llevó por delante y la empujó al fondo de su valla (26 min). Así Independiente encontró la apertura que tanto buscaba, que necesitaba y que a esa altura ya la merecía.
Claro que ese merecimiento había que sostenerlo, lo que no pudo hacerlo el Diablo hacia el epílogo del primer capítulo, cuando el ex Racing Claudio Yacob, paradójicamente, clarificó el accionar ofensivo de los locales. Por lo que generó una rápida réplica que concluyó con un centro de Juan Garro para el certero cabezazo de Cristaldo, hacia la izquierda del uruguayo Sosa, quien no pudo evitar la igualdad de Huracán (45 min).
Para Huracán haber logrado el empate resultó clave para el inicio del complemento porque los conducidos por Frank Kudelka se posicionaron como protagonistas con cargas ofensivas peligrosas ante un rival, que se mostraba desorientado. Tanto era así, que hasta el primer cuarto de hora no había llegado con peligro hacia el arco local, cuando de pronto se encontró con la oportunidad de volver a ponerse en ventaja.Una falta inexistente de Renato Civelli sobre Silvio Romero, muy cerca del área del Globo, sancionada por el árbitro Fernando Echenique, posibilitó el tiro libre que ejecutó el propio capitán y goleador de Independiente por debajo de la barrera, sorprendiendo a Meza para convertir (18 min).
Luego, fue el travesaño del arco de Sosa que le ahogó un nuevo empate a Huracán tras un tiro libre ejecutado por Nicolás Cordero por sobre la barrera (23 min). Las acciones resultaron más intensas, equilibradas y emotivas hacia el tramo final, en el que los de Avellaneda encontraron tranquilidad cuando Domingo Blanco, con un soberbio derechazo, cerró la victoria con el tercer gol y que su equipo se sienta con el deber cumplido.
Estadio: Tomás Adolfo Ducó.
Árbitro: Fernando Echenique
Fuente: Infobae