La jugadora chaqueña de tenis de mesa recibirá en pocas horas más la distinción del Comité Olímpico Argentino, como la mejor del año. Intergra la terna para los premios Olimpia. Radicada en Portugal, se prepara para jugar el Mundial por equipos y sueña con llegar a los Juegos Olímpicos.
—Hoy estás viviendo en Portugal para sostener el alto rendimiento. ¿Cómo se vive esa distancia?
—A mí se me hace muy pesado, porque te reitero que somos muy unidos en la familia. Tuve que elegir este camino porque era la forma de mantenerme en el alto rendimiento. Desde chica viajaba con mi papá y mis primos para entrenar en Buenos Aires o Asunción, pero en este momento el camino pasa por entrenar y competir en Europa. Las ligas europeas nos permiten estar activas todo el año y llegar mejor a los torneos panamericanos y sudamericanos. Hoy en día tenemos que estar sí o sí en Europa.
—¿Cuáles son las diferencias que generan ese valor extra, la forma de trabajo o la infraestructura?
—La infraestructura es muy buena. Estoy en Mirandela, en un centro de alto rendimiento ubicado en un pueblito chiquito de Portugal.Tenemos sparrings de muchos países, una entrenadora china que es excelente, mesas de última generación y muchísimas pelotas. Además, estamos siempre cerca de la competencia internacional. En Argentina hoy eso no lo tenemos, por eso hay que dar este paso.
—Se viene el Mundial por equipos en Londres. ¿Cómo llegan y qué significa para vos?
—Hace dos meses clasificamos en el Campeonato Panamericano en Estados Unidos. En abril tenemos el Mundial y para mí va a ser especial porque no conozco Londres. La última vez que jugué un preolímpico quedé suplente, así que es algo que tenía pendiente. Ahora por fin se dio y voy a poder jugar este Mundial por equipos. Vamos a ir Camila Argüelles, que es nacida en Francia, pero de padres argentinos; Candela Molero, de La Plata y yo. En lo personal, espero llegar de la mejor manera para poder aportar porque los resultados en singles suman puntos decisivos.
—Para quienes no siguen el tenis de mesa, ¿a qué puede aspirar la delegación argentina?
—Los países asiáticos hoy parecen invencibles, tienen otra cultura y forma de trabajar. En China, por ejemplo, es el deporte nacional. Tienen millones de jugadores federados. Para nosotros lo importante es que estamos dentro de un grupo selecto, porque solo clasifican 32 equipos. Ojalá primero que tengamos un buen sorteo y pasar el grupo sería muy bueno (clasifican dos de cuatro de cada zona); ganarle a algún equipo europeo, sería hermoso. Aunque, debemos entender que estar ahí ya es muchísimo. Nos costó mucho la clasificación.
—¿Cómo se maneja la previa para evitar lesiones y llegar bien físicamente?
—Además del entrenamiento, es clave el descanso y la alimentación. Tenemos un equipo que nos acompaña con psicóloga, nutricionista y profesionales que nos dan herramientas. La idea es llegar de la mejor manera posible para que las cosas se den bien.
—En lo personal, ¿cómo sentís tu nivel hoy?
—Creo que estoy en un muy buen nivel de juego, de entendimiento del deporte para plantear tácticas y desarrollar estrategias. Tal vez sí sea el mejor nivel de mi carrera, hasta ahora. Este año fue de mucho aprendizaje y crecimiento, encontré un camino en el que me siento cómoda y conforme.
—La niña que empezó jugando con la paletita, ¿se imaginó alguna vez este presente?
—No, definitivamente no. Como te digo, cada día implica mucho trabajo y sacrificio. Entreno entre seis y ocho horas por día, en doble turno de lunes a viernes. Los sábados tenemos un solo turno o competencia. Las ligas en Europa se juegan los fines de semana. Pero cómo no reconocer que también es un sueño hecho realidad. Muchas veces, antes de un torneo, pienso que cuando era chica soñaba con jugar en Europa, entrenar, viajar y conocer lugares nuevos. Estos reconocimientos, como el premio Olimpia o el del Comité Olímpico, ni siquiera los llegué a soñar. Es algo mágico que se dio después de tanto esfuerzo mío y de toda mi familia.
—¿Hasta dónde llega ese sueño?¿Qué te propusiste como objetivo personal de máxima?
—Me gustaría cerrar mi carrera clasificando a los Juegos Olímpicos. Jugué mundiales y panamericanos. Me fue bien, y aunque si no se da igual fue tuve un muy linda carrera, creo que eso es lo que me queda pendiente. Voy a trabajar a fondo para lograrlo.
—Entonces, en ese objetivo puesto en Los Ángeles 2028. ¿cómo se da el camino?
—Este año fue de transición. El año pasado perdí el último partido de clasificación y me quedé muy cerca de ir a Paris 2024. En 2026 el primer paso del ciclo olímpico se da con los Juegos Odesur. Después vienen los Panamericanos y más adelante el clasificatorio olímpico. Me cuido para no tener lesiones y las ganas están intactas. Daré todo, voy a intentarlo.
—Para cerrar, un mensaje final que quieras dejar a tu gente en Chaco.
—Siempre quiero agradecer a mi queridísima provincia, porque siempre me hacen sentir en casa y me brindan muchísimo cariño, incluso cuando estoy sola afuera. Gracias a ustedes por el espacio, a mi familia, a mi papá que es mi entrenador y me evalúa todos los entrenamientos a la distancia con los videos que le envío; a mis primos, hermanos, sobrinos, al Instituto del Deporte y a todos los que me apoyan. Soy una persona profundamente agradecida. De paso, deseo un muy feliz fin de año y que el 2026 sea exitoso para todos.
Fuente: Diario Chaco



